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Carrera

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La práctica del running ha ganado mucho terreno en Brasil y en todo el mundo, ya que para correr solo se necesitan dos elementos: zapatillas y fuerza de voluntad. Sin embargo, hoy veremos que no se trata solo de eso, sino que también se requieren otros fundamentos para practicar este deporte.

El origen

Los orígenes del running se remontan a la prehistoria, cuando muchos hombres necesitaban moverse con rapidez para cazar o escapar de depredadores. Históricamente, la carrera más famosa fue la que dio origen a la que hoy conocemos como maratón: en el año 490 a. C. Todo comenzó con un hombre que llevó a Atenas la noticia de la derrota de los griegos sobre los persas en la batalla de Maratón. Sin embargo, corrió 35 kilómetros y, al dar la noticia, cayó al suelo, ya muerto. Obviamente, todo esto es solo una leyenda, y no hay evidencia histórica de que esto sucediera realmente, pero lo cierto es que esta leyenda impulsó la inclusión del maratón en la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos, en 1896.

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Hoy en día, las carreras de velocidad forman parte del atletismo y se dividen en pruebas de velocidad y resistencia. También existen las pruebas de velocidad, que son explosivas y consisten en correr una distancia corta en el menor tiempo posible. Las pruebas de resistencia se caracterizan por ser de media y larga distancia, lo que pone a prueba la resistencia física de los atletas. Las pruebas de velocidad son aquellas en las que los atletas deben correr hasta 400 metros; las de media distancia, entre 800 y 1500 metros; y las de larga distancia, que van desde los 3000 metros hasta el maratón, alcanzando su límite en el ultramaratón.

Todos consideramos el running como un deporte competitivo, pero también es una gran actividad física y quienes lo practican buscan mejorar su salud mental y física. Ahora hablaremos de este tipo de carrera:

En 1980, las ideas de Kenneth Cooper sobre correr despacio se popularizaron y se conocieron como jogging. Mucha gente adoptó esta práctica, pero la idea de que todos debían correr la misma distancia, independientemente de su condición física, pronto quedó obsoleta. Sin embargo, ahora sabemos que practicar cualquier actividad física es muy necesario, así que cuida tu condición física:

Podemos decir que si una persona sedentaria quiere empezar a correr, siempre debe pasar por un período de transición de caminata moderada, luego caminata intensa, hasta que empiece a trotar. También es posible alternar caminata intensa con trote, hasta que su capacidad cardiorrespiratoria sea suficiente para correr de manera moderada o incluso intensa.

Sabemos que correr ayuda a controlar la masa corporal, lo que ayuda a mantener el control de la diabetes y, por lo tanto, a reducir los problemas emocionales. Sin embargo, quienes corren terminan teniendo un impacto muy intenso en las rodillas. Por lo tanto, para minimizar este impacto, es necesario usar calzado con buena amortiguación y no tener sobrepeso. El sobrepeso aumenta el impacto en la articulación.

Finalmente, es necesario consultar con un cardiólogo antes de empezar a correr para detectar problemas cardíacos. Esto se debe a que no se recomienda correr para personas con hipertensión, entre otras afecciones. Por lo tanto, siempre consulte con un cardiólogo antes de empezar a correr.